El carrusel de las emociones: Trastorno Límite de la Personalidad
“No hay una situación concreta que me permita saber cuándo voy a estallar. Cualquier cosa puede hacerme salta: una mirada, un comentario, una negativa. A veces estoy eufórica y cualquier cosa que me contradigan es porque se enfrentan a mí. De pronto estoy tranquila con mis amigos y de un momento a otro siento que todo se vuelve irreal que hay algún motivo oculto, me siento irritada y extraña….”.
“En la pareja, si estoy tranquila y mis pensamientos me dicen que eres bueno para mí lo entrego todo. Sabré qué sientes, qué necesitas y te lo daré todo, serás el centro de mi vida…. Pero cualquier pequeño detalle me demostrará que no eres el ser especial que había creído, sino un monstruo dispuesto a hacerme pedazos. Entonces no te amaré sino te odiaré”
La principal características de los trastorno límite de la personalidad es su estado de inestabilidad e intensidad de sus emociones. “Hoy te quiero, mañana de odio”, “ahora es blanco, mañana negro”. La mayor parte de las veces sus reacciones explosivas no tienen nada que ver con la situación que están viviendo. Todo se hace de forma extrema, no entienden el punto medio. Son hipersensibles a un estímulo por mínimo que pueda parecer, explotan sin un motivo aparente y enfocan su ira hacia la persona a la que se supone debe querer.
Tienen una tendencia a automutilarse infligiéndose cortes o provocando quemaduras y no siempre como castigo, sino para lograr cierto alivio y dar salida de esta manera a sus emociones. De esta forma, el comportamiento se vuelve problemático tanto para la persona como para su entorno: autolesiones, intentos de suicidio.
Las personas que padecen el trastorno límite de la personalidad necesitan sentirse conectadas con sus emociones: sentirse enamorados, queridos, sentir el sol, el aire, necesitan sentir la vida. Hacen las cosas de corazón y exigen que los demás se comporten de la misma forma. Necesitan estar vinculadas sentimentalmente a alguien de forma intensa. Sus relaciones se rigen por la pasión. Lo entregan todo de forma activa y esperan ser correspondidas del mismo modo. Las relaciones prolongadas pueden resultar difíciles, ya que al entregar todo se creen merecedores de toda la atención hasta tal punto que cualquier pequeña desviación de lo que puedan considerar “perfecto” puede costar una gran disputa y la ruptura de la pareja.
La terapia con personas que padecen trastorno límite de la personalidad es uno de los retos más difíciles con el que se puede enfrentar un profesional. La conducta autodestructiva que presentan estos pacientes como pueden ser autolesiones, abuso de drogas o promiscuidad sin protección, unida a la posibilidad de suicidio, dificulta aún más la terapia. Normalmente la terapia es duradera en el tiempo, y se puede combinar una terapia individual con terapia grupal. Lo fundamental en estos casos es el vínculo que se pueda generar con el psicólogo, así como contar con una importante experiencia en estos casos por parte del profesional.
hola creo que padesco de estoy solo tengo una cualidad entrego todo y espero que me entreguen todo eso a mi tan bien pero de cortar y esas cosas no solo de nada me molesto y si quiero cambiar de verdad
estoy leyendo e identifico plenamente a mi hija… hay me gustaría saber mas sobre el tema. Cómo averiguo, que debo hacer…es un sin vivir continuo…
Buenos días Carmen, lo primero es buscar a un psicólogo que pueda ayudar a tu hija. No sé si vives en Las Palmas o en otro lugar. Y que tenga experiencia en este tipo de trastorno.
buenas tardes Paula…. no localizaba este enlace… me gustaría contactar contigo para tratar este tema… vivo en las palmas pero mi hija se niega a ir a un psicólogo… lo tengo difícil si ella no quiere ayudarse… sí que me gustaría contactar contigo personalmente y que me dieras pautas a seguir… por poco que haga creo que será mejor que nada. te contacto hoy mismo por mail. Gracias